Lo estuvo pensando toda la noche, observando como relucía la barra de oro, esta era una tentación del diablo pensó, pero se pregunto, que ha hecho dios para asistirme, fue entonces que su esposa despertó y a la que le contó todo lo que había pasado, era tal el nivel de pobreza que al notar la barra de oro a los 2 los deslumbro. Que de ahí que habían alejado de la familia, por el hecho de que únicamente una podría ser la sucesora, y si habían dos una de ellas tenia que morir, fue de este modo, como Maria Luisa, al otro día se regreso a la ciudad, y jamás mas volvió a la villa, la que un día fue su hogar. Maria Luisa estaba muy encantada, por fin se reuniría con su pequeña hermana que se había quedado al precaución de su madre, en la pequeña villa en la que vivían, mientras ella se dedicaba a terminar su trayectoria en la gran ciudad. Fue lo que sucedió en aquella ocasión, cuando Laura pasaba su primera fiesta de fin e año con sus suegros.
Cercana la media noche, un estruendos incesante y rítmico, despertó al padre; él fue directo a la habitación de los chicos con intención de reprenderlos por continuar despiertos, sin embargo, no fue capaz si quiera de llegar a la puerta. A la mitad del pasillo, la luz de la Luna fue suficiente para revelarle la figura de una persona colgada en el centro del cuarto, meciéndose aún, y chocando sus flácidos pies contra la pared. Tras el escándalo, los progenitores se despertaron y fueron corriendo hasta la habitación de su pequeña, pero antes que pudiesen llegar, una colonia de gatos se atravesó frente a ellos, se abalanzaron sobre la niña, y horrorizaron a los presentes con aquel espectáculo tan sangriento en el que parecía devoraban a la chiquilla. De esta forma nada más, en una tarde común y corriente, la multitud tuvo que dejar atrás la práctica de abrir las ventanas de casa, pues un gran número de gatos llegaron al vecindario y se instalaron como si siempre hubiesen habitado ahí. No molestaban mucho a lo largo del día, pero por las noches el incesante maullido colectivo, sus jugueteos entre los árboles, y la horrible manía de meterse en los hogares, mermó la paciencia de varios. Pero ella no respondió; volteé de inmediato y tampoco estaba a mi lado, tal vez deseaba jugar a las escondidillas pero yo no tenía humor, además ese no era el sitio, conque la llamé a gritos, con más preocupación que enojo, sin embargo, ella no respondió.
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La Fonda De Tete
Si cubres son un pañuelo el ubicación de donde sale la voz, la madre del niño te dará contestación a cualquier pregunta, con tal que liberes a su hijo. Aunque no se logre ver, su presencia se conoce y lo destacado es llevar la celebración en paz, si está enfadado, hay que invitarlo a comer con la familia, colocando un lino blanco y limpio en la habitación, ofreciéndole un pan salado envuelto en una tela blanca. Nunca va mas allá de los límites del hogar, conque para llevarlo contigo debes tomar un pequeño huevo de gallina, colocarlo debajo de un ratón, y llevarlo durante 9 días. El décimo el Domovoi se presentara en tu casa, una vez ahí tienes que dejar una bota vieja a fin de que se oculte mientras que halla su sitio, y colocar un mendrugo de pan bajo la cocina. Fueron muchas noches en las que tenia pesadillas, veía a su familia política asechándola, revivía a cada momento la muerte de sus padres y sentía temor de estar sola, pero desgraciadamente no tenía a absolutamente nadie mucho más en el planeta. Y de este modo comenzó el año, inmediatamente antes de retirarse a su casa, una de sus cuñadas le derramó vino en su abrigo y le ofreció el de ella, sendero a casa tuvo un accidente, no fue algo de gravedad, pero puesto que el otro conductor estaba pasado de copas y había tenido problemas en el pasado por exactamente la misma causa, para evitar proceder a la prisión la persuadió de olvidar todo a cambio de volver a poner su auto, y de esta manera fue que sus deseos se iban cumpliendo en menos de una semana.
La desesperación empezaba a invadirme el cuerpo y la cabeza, el viento parecía actuar a la par de mi estado anímico, soplaba más fuerte, se volvía mucho más frio, azotaba puertas y ventanas y asimismo gemía conmigo. Su apariencia inspiraba miedo, su cuerpo era muy grande para su edad, tal como su cabeza, orejas y rasgos faciales poco favorecedores. Su ojo derecho carecía de iris y pupila, dando un aspecto que daba temor, incluso su padre no podía mirarlo a los ojos sin que le diera un horrible escalofrío al mirarlo. Algo extraño pasaba, Miriam se sentía flotar, era más rápida que el viento, podía verse de esta forma misma bailando desde arriba y cada vez más lejos… su cuerpo proseguía girando y girando al compás de los aplausos, la música lanzó su última nota, la multitud vuelta loca deseaba acabarse sus manos aplaudiendo para honrar a la artista. Semanas después, Carlitos partió a su concierto con una gran sonrisa en la boca, sabía que esta vez las cosas eran muy distintas. Al ofrecer prácticamente las ocho, la gente esperaba el inicio de la gala, solo el lugar del padre del niño seguía vacío.
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En base a esto el plantel tomo la sabía resolución de mantener con ella una relación estrictamente profesional, ensenarle de la mejor forma, para no tener inconvenientes que después tengan la posibilidad de perjudicar su trabajo. El hospital de la Luz era una institución privada de bastante renombre en la localidad, varios jóvenes a puntito de graduarse e incluso profesionistas con varios años de experiencia buscaban un espacio en sus instalaciones. Hallar ser parte de ese equipo se complicaba bastante y fue por eso que a muchos le sorprendió visto que Nayeli una gandula estudiante de enfermería estuviera a puntito de transformarse en ayudar de enfermeras en el turno nocturno.
Pregunto Ismael a todos y cada uno de los que estaban en su hogar, todos en ese instante tenían gabardinas, y el mas prominente de ellos, se la quito, ahí fue en donde se percató que era un ángel. Ismael Lopez, veía los signos, cada que salia de su casa, rumbo al trabajo, tal y como si entre ellos, le quisieran decir algo, no lograba descifrarlos, pero sabia que no era casualidad, en el cielo, nubes que formaban signos de interrogación, en los prados cosechas que formaban otros cuantos signos que no sabia que eran, próximamente lo sabría, eran Observaciones. Las dos entramos en pavor, yo le aseguraba que todo estaba bien y ella quería comprender lo que estaba pasando. Gould dio mucho más pistas a la policía, diciendo que entre los ojos era absolutamente blanco. A fines de 1872 fueron por múltiples institutos pero Gould no encontraba al sospechoso, incluso fueron al colegio de Pomeroy pero no supo identificarlo.
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Cuando reunió valor para presenciar la escena de nuevo, fue a investigar, pero en esta ocasión, el escandalo lo provocaba un joven debilucho y malhumorado, abriéndole la cabeza a una chavala con un bate. Se mudaba la familia con mucha ilusión a una derruida casa, la cual pese a su mal estado, significaba bastante para ellos, puesto que esto les abría las puertas a una nueva vida. En su primera noche, por fuerza de la costumbre, se acomodaron los seis hijos en exactamente el mismo cuarto; aquel con un gran árbol al lado de la ventana. Aunque la emoción de su nuevo hogar era mucha, mayor era el cansancio y cayeron todos dormidos. En un momento, sus piernas se quedaron sin fuerza, la tomé en mis brazos a fin de que no se golpeara al caer y acabamos en el suelo, poco a poco mis brazos sentían menos peso, y su cuerpo se fue desvaneciendo frente mis ojos, la cabeza me daba vueltas, no entendía, ¿qué sucedía?
Infló su cabeza tanto para darle una mordida en todo el lado derecho del cuerpo, tal y como si quisiese comerla, en ese instante sus padres que venían ya en camino por el fuerte ruido entraron a la habitación, el hombre al notar que aquella cosa mordía a su hija, se fue en contra suya, metiendo su manos entre las mandíbulas logró dejar en libertad a la pequeña, y se quedó forcejeando con la aparición mientras que su familia se ponía seguro. A cada paso que el señor daba, el niño tocaba más fuerte, y la gente chillaba hasta el punto del vahído. En el momento en que el pequeño lo tuvo enfrente, dibujó en su rostro una sonrisa que realmente pocas personas podrían ignorar, se lanzó sobre él pulsando fuerte, pero el señor no pudo corresponder a sus abrazos, tenía la mirada vacía, el cuerpo inerte… sus extremidades solamente permanecían pegadas al resto del cuerpo, emanaba sangre por cada uno de sus poros, pero se encontraba ahí, aquel hombrecillo había cumplido su palabra, lo levantó de entre los fallecidos tras un terrible accidente de coche sucedido horas atrás. Exactamente el mismo “clack,clack” despertó a la niña, pero en esta ocasión sin temor, pues su padre le explicó que todos esos sonidos venían de una tormenta eléctrica, ella más tranquila intentaba cerrar los ojos de nuevo, en el momento en que volteó hacia la ventana, vio parado junto a ella a una sonriente figura que no podía definir, no se veía como ella, era obscuro, sin cara, sin ojos, se veían sus manos, pero no los dedos. Ella se aproximó para preguntarle quien era, pero no obtuvo respuesta, en su rincón, aquello se movió hacia enfrente donde la luz de la ventana lo alumbró. Parecía una persona, pero muy distinta a las que ella conocía, su ropa estaba vieja, rasgada, el cabello se le caía con el suave viento, su cara estaba seca, con solo unos cuantos dientes en la boca, sonreían demasiado, sus gigantes ojos blancos saliéndose de la cuenca, atemorizaron un poco a la niña, pero antes de que ella pudiera gritar, el espectro, se elevó por los aires empujándola hasta la pared.
Sin entender que era, ni porque se encontraba ahí, el señor luchaba por el confort de su familia sin lograr realizar mucho, ahorcaba a la criatura, pero esta no reaccionaba, la golpeaba pero no parecía dolerle, hasta que dio, con el punto, de arrancarle poco a poco los pedazos. Tomó entre sus manos los ojos colgantes de la aparición, los arrancó de forma fuerte, lo tiró al piso y realizando palanca con sus piernas le arrancó los brazos, la criatura emitía un sonido con el de la grasa al arder en el fuego, y corriendo se arrojó por la ventana, los brazos arrancados fueron detrás de él, igual que sus ojos. Cuando entre las enfermeras salía de la habitación mucho más cercana ha podido ver el umbral entre abierto, con gritos agobiados llamó a el resto, pero Nayeli no logró acto de presencia, tras llamarla unos cuantos veces mediante la entrada a una distancia considerable no tuvieron contestación. Pero lograron comprobar que ella estaba en la habitación después de que la puerta se golpeó cerrándose fuertemente, y fue deslizado abajo el gafete de la chica. Esa noche no hubo más chillidos, por lo cual en este momento se cuenta en ese hospital que el espíritu de aquel hombre tan malo que había quedado atrapado en ese lugar tras fallecer en conjunto agonía años atrás, había sido complacido con el hecho de tener quien lo cuidara por toda la eternidad. Al final, después de todas las víctimas que dijimos previamente lo encontraron.